Ser egoísta no tiene muy buena prensa en nuestra sociedad. Desde pequeños hemos escuchado eso de no “no seas egoísta y comparte”. Ser egoísta es pues algo a evitar, es un mal comportamiento que si los demás lo descubren podrán reprochártelo y echártelo en cara. Por lo tanto, muchos de nosotros gastamos mucha energía en ‘disimular’ nuestro egoísmo y aparentar que somos ‘generosos’ y que pensamos antes en el otro que en nosotros mismos. Para la persona de a pie, ser egoísta más o menos significa que te tienes en cuenta antes a ti mismo que a los demás y qué no tienes en consideración al otro. Para que tengas una visión más completa del egoísmo, en los siguientes puntos voy a introducir algunos matices importantes que espero te sean de ayuda.

Qué hay detrás de la frase: “No seas egoísta”

Cuando  dices la frase de ‘¡qué egoísta eres!’, generalmente estás mandado el mensaje de ¿cómo puedes haber pensado antes en mí que en ti? El deseo que hay detrás es que el otro piense antes en las necesidades ajenas (justamente del que reclama) que en las propias.  Cuando estés diciendo o pensando en esta frase, date cuenta de lo manipulativo que hay detrás, de cómo esperas que el otro se encargue de ti por encima de sí mismo. Suele pasar también que uno se pasividiza esperando que el otro haga  y si no hace, se enfada con el otro, quitándose así la propia responsabilidad personal. Y encima el egoísta es el otro y uno la pobre víctima indefensa, ¡Toma ya!

Siendo egoísta estás en consonancia con lo que quieres

Si eres egoísta, de verdad, actúas desde lo que a ti te va bien, lo que a ti te gusta. Las únicas expectativas que intentas cumplir son las tuyas propias y las de los demás no tienen tanta importancia. Tú eres lo primero, lo que a ti te ocurre es lo más importante. Esto quiere decir que no estás ‘vendido’ al otro, a lo que esperan y desean de ti. Entonces eres más libre para actuar, para elegir lo que realmente deseas. ¿A qué ser egoísta ya no te disgusta tanto?

Siendo egoísta eres más generos@: haces sin buscar nada a cambio

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Al contrario de lo que se suele pensar, la auténtica generosidad solo puede surgir desde el egoísmo. Si yo hago algo únicamente para agradarte, sin querer hacerlo de verdad, únicamente estoy en un juego manipulativo para intentar conseguir algo de tí: que me aprecies, que me valores, que me quieras… De tal manera que si ‘yo que me sacrifico por ti’ y no consigo eso que esperaba, me sentiré frustrada, desengañada, poco valorada… En cambio, siendo egoísta cuando hago algo que sé que te gusta (y no va en mi contra), no es para obtener nada de ti sino porque me da placer, me apetece que disfrutes, independientemente de que me lo reconozcas o no. Aquí no hay ningún juego, solo el disfrute auténtico por ver al otro satisfecho, gozoso, feliz. Realmente esto es el amor, que te importe de verdad el bienestar del otro, que para ti  que el otro esté bien sea importante. No que te preocupes por el otro para que este te de un lugar, te acepte, te apruebe, te quiera…

Siendo egoísta te muestras verdaderamente

Cuando actúas desde lo que realmente quieres y sientes estás mostrando tus cartas encima de la mesa. Como ya he dicho antes, estás mostrando al otro y a ti mismo lo que te importa de verdad determinadas personas y actividades. Por ejemplo, si el futbol te la trae al pairo, vamos que no te motiva, y en cambio todos tus amigos son futboleros; pues siendo egoísta es posible que te atrevas a dejar de ir al futbol, dejar de hablar de futbol y mostrar a tus amigos lo que realmente piensas sobre este deporte. Por lo tanto, eres más auténtic@ contigo mismo y con los demás, y esto exige valentía y estar conectad@ con la valía interna, confiar en un@ mism@, en las propias preferencias, gustos, opiniones, etc.

Si no eres egoísta no puedes contactar plenamente con el exterior

Sólo puedes contactar con la tristeza de otra persona si contactas con la tuya propia. Únicamente puedes percibir fuera lo que percibes en ti mism@. Si no tienes un buen contacto contigo mismo, con lo que sientes y quieres, es imposible que puedas contactar con lo que sienten los demás. Nosotros somos el termómetro con el que tomamos la temperatura al exterior. Entonces, si la atención tuya está puesta hacia fuera, paradójicamente te va a resultar muy difícil saber qué le pasa al otro. Esto lo podemos corroborar los terapeutas. Generalmente si me siento perdida en una sesión, es porque me he ido con la historia del paciente y me he desconectado de mí. Cuando me doy cuenta de esto, lo que hago es conectar con mi sentir, con mi cuerpo, y así consigo situarme mejor y conectarme con el sentir y con lo que realmente le ocurre al otro.

 La diferencia entre el egoísmo y el egocentrismo

Una cosa es ponerse a sí mismo como referencia y prioridad; y otra diferente es que en la vida no haya espacio para los demás. En el primer caso, hay un responsabilizarse de uno mismo, de lo que uno quiere y necesita:’ le doy importancia a lo que a mí me ocurre, para mí es muy valioso y lo cuido y le doy la atención que necesito’. Sin embargo, el egocentrismo lleva implícito que todo el mundo tiene que estar para atenderme a mí, que yo soy más especial que el resto (sea para bien o por mal). En el fondo, si nos paramos un poco, nos damos cuenta que la persona egocéntrica tiene un agujero muy importante que intenta que los demás se lo llenen, pero que él/ella no lo hace. Entonces egocentrismo y egoísmo son justamente contrarios, en el primero la persona quiere tener siempre la atención de los demás porque se siente vacío internamente; y en el segundo, es la propia persona la que se ocupa de sus propios vacíos, deseos, necesidades.

Espero que te todo esto te haya quedado claro, es un tema que toca matices sutiles pero que marcan grandes diferencias. Para tu día a día, te animo a qué te preguntes si en esa decisión, esa acción, conducta…¿ estás siendo egoísta?, ¿estás velando realmente por ti?, ¿te estás poniendo a ti primero?. ¿O bien estás siendo egocéntrico?, ¿te estás encargando del otro, para obtener algo a cambio?. De verdad que merece la pena hacerse estas preguntas, ¡Mucho ánimo!

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Yolanda Melero

“Estimar-se a un/a mateix es el principi d’una aventura que dura tota la vida”. Oscar Wilde

5 Comments

  1. […] hay ciertas maneras de pensar en los demás sin descuidar tus intereses, lo cierto es que las personas egoístas no son muy […]

  2. Juliro 18 mayo 2019 at 09:38 - Reply

    Ha sido un regalo leerte, desde que mi terapeuta me dijo que asumiera que era egoísta, entré en un bucle desde el que ko veía las cosas claras porque como tú dices ser egoísta no es muy popular y va en contra de uno dentro de esta sociedad que hace cosas por los demás para recibir algo a cambio sin embargo yo casi siempre he hecho cosas por los demás porque me apetecía y sinceramente no esperaba nada a cambio. Tengo que ser más honesto y poner el límite del. Egoísta y el egocéntrico porque ahí si que no estoy sanado de nado a mi pareja cosas que yo no doy para que llene ese vacío que aún no he sabido aceptar, muchas gracias.

    • Yolanda Melero Puche 18 mayo 2019 at 13:23 - Reply

      Gracias Juliro, lo curisos es cuando uno mira más por no mismo acaba cuidando más al otro, por lo que que haces lo haces por el amor y disfrute que experimentas y no por la obligación o el debería hacer. No se trata de no dar si no de hacerlo desde el corazón y el sentir propio.
      Un saludo

  3. Luis Manteiga Pousa 14 mayo 2021 at 19:47 - Reply

    Muy de acuerdo con tu artículo. Un saludo.

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